Según diversas autoridades, los conflictos se producen en varias áreas rurales del departamento de Norte de Santander.

Este jueves, las delegaciones de paz del Gobierno de Colombia solicitaron al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a una disidencia de las FARC que detengan la violencia en la región del Catatumbo, situada en el nororiente del país. Hasta ahora, la situación ha dejado cinco defensores de la paz muertos, múltiples heridos, desaparecidos y numerosas familias desplazadas.

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El senador Iván Cepeda, miembro del equipo de negociación de paz con el ELN, manifestó su «total rechazo a la violencia desatada por el ELN en distintos municipios de la zona del Catatumbo, que deja lamentables hechos como la muerte de civiles, la muerte de firmantes de paz y el secuestro de numerosas personas».

«Llamamos a que esa violencia cese de forma inmediata, a que pueda primar el diálogo, a que se permita que las organizaciones sociales y humanitarias, la Defensoría del Pueblo y los organismos internacionales puedan establecer mecanismos humanitarios para detener de manera inmediata esta situación», expresó Cepeda.

Según diversas autoridades, los conflictos se producen en varias áreas rurales del departamento de Norte de Santander, incluyendo el caserío de El Aserrío, perteneciente al municipio de Teorama, y en Filo Gringo, ubicado en Tibú, dos de los municipios que conforman el Catatumbo, de acuerdo con las disputas territoriales.

Desde hace meses, tanto el ELN como la parte del Estado Mayor Central (EMC), la disidencia de las desmovilizadas FARC a la que se enfrentan, mantiene abiertas mesas de conversación con el Gobierno para buscar la paz.

En tanto, el comisionado para la Paz en Colombia, Otty Patiño, reveló este miércoles que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) planea asesinar a Álvaro Jiménez, el principal asesor y líder de la delegación gubernamental en las conversaciones con el Clan del Golfo.

«No solamente hay un plan, sino que hay una decisión y hay una contratación. Eso es, digamos, la información cierta que hemos recibido. Por eso me atreví a hacerlo público, porque no es simplemente una amenaza», declaró Patiño en entrevista con una radioemsiroa local.

De acuerdo con Patiño, los datos son «fiables y verificables», avalados por ocho fuentes de confianza.

Patiño afirmó que este ataque representa un golpe directo contra el proceso de paz que el ELN y el Gobierno han impulsado desde que Gustavo Petro tomó la presidencia del país en 2022.

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